viernes, 22 de julio de 2011

Mi precioso Amadeo

Mi precioso Amadeo. Cuan inspiración eres para mi. Innumerables cuadros he pintado. Irradias belleza. Ya cuando tu sangre corría por todo tu cuerpo haciendo que tuvieses la calidez que todo vampiro ansia tener, eras hermoso. Quizá demasiado.

Aun recuerdo tus ojos cuando me miraste por primera vez. Cuando eras nada menos que una rata mas de Venecia, cuando todo tu cuerpo vivo estaba empezando a pudrirse aun estando vivo. Tu mirada me encandilo, me enamoraste. Y te cogí y fuiste mi hermoso Amadeo. Creciste fuerte y sano y tu calor inundaba mi frío cuerpo por las noches, me reconfortabas con solo mirarte. Esos ojos color del dolor. Y me tratabas con respeto, un respeto con el que aun después de tantos años sigues dirigiéndote a mi. Antes era devoción, ahora solo te burlas.

Encandilado por tu belleza, no vi tu oscuro corazón. Tu que eras para mi todo yo no era para ti nada. Tus ojos se posaban en distintas doncellas, incluso empezaste a frecuentarte con la preciosa Bianca y juntos a mis espaldas me traicionabais ambos, pensando que no era nada malo lo que hacíais. Y no lo era por el amor de todo cuanto conozco. Pero si que fue una traición.

Ahora recuerdo cuando por culpa del destino me abrase y vi como a todos mis queridos alumnos os raptaban seres superiores a vosotros. No sabían que había alguien de su igual entre ellos. Pronto te doblegaste a ellos, porque perdiste la esperanza en tu maestro.

El destino paga, y Marius el romano también. Por mucho dolor sienta de que tu mirada entera no volverá a aposentarse en mis ojos y puede, en lo que quede de mi alma si es que queda algo, me revuelve las pocas entrañas que aun conservan movimiento dentro de mi endemoniado cuerpo. Cuando estaba ardiendo, pude ir a buscarte, pude aun con todo el dolor que sentía haber destruido a todos esos desalmados. Pude, pero tenias que crecer, los juegos de niños, cuando no se es niño hacen que sufras consecuencias. Esta es la mayor, y me he ganado tu eterno odio. Pero la traición inocente se paga.

Mi hermoso Amadeo… cuanto te amo y cuanto te odio. Siempre y por siempre mi eterno alumno, y yo tu eterno maestro. Gracias aquel fatídico día. Aun no estabas preparado y fui un egoísta. Debí dejarte morir mi sol…

Pero no, fui un egoísta y solo pensaba en mi Amor .Ilusionado como estaba por verte eterno y siempre eternamente joven, eternamente poder mirar tus ojos y al final.. no podré verlos nunca a pesar de saber que el resto del mundo si pueden verlos. Eres mi mayor obra Amadeo y siempre por siempre te amare y siempre tendré en el recuerdo tu mirada.

Mi hermoso Amadeo…

viernes, 20 de mayo de 2011

Nuevas tecnologías

Un año

Se dice pronto, pero es así, llevamos un año en este país, y es como si acabásemos de pisar sus tierras.

Han pasado tantísimas cosas desde que llegamos, que sería imposible relatarlas todas.

Bianca no aguantó tanto tiempo sola. Creo que es normal, sé lo que es eso, y cuando has probado la soledad absoluta, no quieres volver a experimentarla.

Un día, sin previo aviso, llamó a la puerta y allí estaba, como siempre la han descrito... bella.

Supongo que fué la salvación de Armand. Ver tanto tiempo a su maestro y a Pandora le estaba volviendo loco.

Sé que viven juntos pero, allí están sus dos niños y la señorita de Botticelli. Aquí, estaba solo frente al peligro, como quien dice.

No tardó mucho tiempo hasta que anunció que ambos se marchaban a recorrer el país por su propia cuenta, y sin que nos dieramos cuenta, los dos salían una noche cogidos de la mano.

Sería divertido poder decir que yo también tengo un as guardado en la manga como el Príncipe del Teatro...

Creo que este cambio no agradó demasiado al eterno romano, ya que no pasó un tiempo relativamente largo, hasta que anunció que también se marchaba, que tenía muchas cosas en las que pensar.

Obviamente, Pandora estalló en una ira incontrolable... ira que pagamos los pocos que nos quedamos.

Por suerte, o por desgracia, Gabrielle se unió a ella, volviendose nuestra estancia un tanto cuanto peculiar... pero no demasiado.

No quiero sonar cruel, nunca lo he pretendido (no más de lo necesario), pero gracias a que Louis se aisló en sí mismo... bueno... la atención de Lestat volvió a ser solamente mia.

Es necesario aclarar que en nuestra llegada a España, a parte de decidir abrir este blog (que por cierto, nunca actualizamos, no sé ni para que lo hicimos), abrimos unas cuentas en una red social muy popular aquí en la península (a petición de Lestat, para variar) y así poder comunicarnos entre nosotros de una forma más... "humana"

Y así han transcurrido los meses hasta que...

Hace unos días, al conectarme a mi cuenta, pude leer esta conversación:

Marius el Romano: He vuelto

Ángel de alas Negras: No hace falta que vuelvas

Marius el Romano: y porque no quieres que vuelva, pequeño y dulce amadeo?

Ángel de alas Negras: ... porque no... y no me llames Amadeo ¬////¬

Marius el Romano: siempre serás Amadeo para mí, mi precioso... y no puedes negar que a ratos lo adoras.

Ángel de akas Negras: mentira, ni a ratos, ni a ratas... no se te echaba de menos

Marius el Romano: hablando de ratas... Desde hace cuanto que no te acuestas con Louis? creo que erais grandes amantes...

Eternamente eterna: Se agradece el ofrecimiento de Armand de llevarse a Marius lo más lejos posible; pero yo me encargaré...

Marius el Romano: Sabes amada mia, que yo me voy donde tú me lleves...

Ángel de alas Negras: Número uno, maestro, Louis y yo NO ERAMOS AMANTES
Número dos, querida Lid... Pandora, agradeceria que si te lo quieres llevar, por lo menos no lo propagandes por ahi
Número tres, maestro... cierra la boca de vez en cuando

Eternamente eterna: Entonces deja al muchacho tranquilo, una vida de pesares es suficiente. Que conste, querido Armand que no es por amistad, no te equivoques, quizá sea solo puro egoismo...no lo se. Creeme Amadeo...que mi último deseo es hacer propaganda de mi situación con Marius.

Marius el Romano: Perdona querido Amadeo, esta claro que si lo erais, si es que aun no lo sois. O mas bien, el era un juguete para ti, ¿verdad mi niño? Sabes que a la sabiduria no puedes hacerle callar, y que todos tus problemas saldran por todos los lados posibles haciendo que el gran Amadeo, el maestro en la locura, termine su sentencia fatal arrodillandose sobre las piernas de aquel que le recogio de la calle cuando solo era un niño humano y llorarás lagrimas de sangre.

Eternamente eterna: Marius, eres cruel

Marius el Romano: No es crueldad, mi sol nocturno, es la verdad.

Eternamente eterna: ¿La verdad? ¿Acaso tú tienes una verdad absoluta? Ah, claro...lo olvidaba. Siempre tienes razón. Querido Amadeo, no hagas caso de sus palabras, sabes tan bien como yo, que el que al final acaba llorando siempre es él.

Ángel de alas Negras: Querido Maestro, creo que sabes tan bien como yo que las lágrimas que yo derramo suelen ser de impotencia, no de pena o chantaje, como suelen ser las vuestras

Marius el Romano: ¿Ahora vuestros motivos de elocuencia son por mis lagrimas de cocodrilo? Y como no, nunca crereis a esta humilde persona. Yo lloro por mis niños, vosotros no comprendeis porque lloro. Ni un ápice os asoma en el pensamiento tal cuestión. Querida Pandora, no siempre tengo razón y muchas veces desearia no tenerla porque las consecuencias de ello han sido catastroficas como tú my bien puedes saber. Amadeo, ¿tu impotencia no sera porque los juguetes se te han roto? ¿porque los niños perdidos han vuelto con sus madres?

Eternamente eterna: Disculpa si te molesta mi risa, Marius; pero sonrío solo de pensar que necesitas de algún modo que confiemos en ti. Hablo por mi cuando digo que creerte me hace más bien que mal.

Ángel de alas Negras: No, nunca volveré a creer esa máscara de amo bueno y bondadoso, ya que has dejado patente en inumerables ocasiones que no es así en realidad. Y no, mi impotencia no se debe a que los juguetes de han roto, ni porque los niños perdidos has vuelto con sus madres. Jamás me he considerado uno de ellos, y menos su Peter Pan, yo no suplanto identidades que no son, a diferencia de otros. Mi impotencia se debe a que eres un ser horrendo, un demonio... que es incapaz de abandonar mi mente.

Marius el Romano: Por vuestro bien mis encantos, esta conversacion termina aqui.

Creo que mis temores son infundados si digo, y pienso, que la tranquilidad de la que más o menos habíamos gozado, se está desvaneciendo

jueves, 28 de octubre de 2010

Belleza

Tan fria pero tan pasional. Mientras estas durmiendo te contemplo.
Contemplo tu largo cabello, como una cascada cayendo desde tu cabeza , en la que me bañaría durante toda la existencia.

Eres mi regalo del "cielo" y cuanto más tiempo pasa, más te amo. No podría volver a dejar que te fueras de mi otra vez, la sola idea de pensarlo hace que me den ganas de exponerme al sol del mediodía. Seguramente piense esto porque te vea dormida. Si te lo dijera me lo reprocharías con una serie de razones por las cuales no puedo cerrarme en tu belleza y me echarías en cara que yo, Marius, el gran teatro de la razón; te ha divinizado.

Si estuvieras así de dormida el resto de nuestra eternidad yo seguiría contemplándote y visto desde afuera, pareceriamos un cuento de hadas, terminaríamos tan quietos los dos que nadie sería capaz de movernos.
Tú para que te contemplen: Con tu fuerza saliendo de tu cuerpo aun cuando parece que te vas a romper como una muñeca de porcelana, cuando pareces tan débil.
Yo, para contemplarte eternamente en un frio, blanco y quieto gesto de contemplación .
Y así como dos amantes eternos que nunca pueden llegar a tocarse y anhelan el beso final, el cual nunca llegará.
Pero ni tú ni yo podemos quedarnos asi eternamente, no somos como los padres divinos.

Paseos.

No se si por un momento has pensado en alguien aparte de en ti.Estoy segura de que si te replantearas algunas cosas te convertirías en una buena persona, en alguien comprensivo y amante. En ese alguien de quien me enamoré.

Intenté vivir esta experiencia contigo, otra vez. Y no estoy segura de que te haya servido para mucho. Sigues siendo así, aburrido, hundido entre tus libros y tus tonterías. El no hacer nada me vuelve pasiva y sabes más que nadie que odio esa pasividad. Hay mucho mundo que ver y no quiero esperarte. Sin embargo, algo dentro de mi me aseguró que serías de modo distinto, cambiarías y volverías a ser el que amé.

Paseamos juntos y bailamos juntos, hacíamos el amor casi cada día, entre besos escondidos y lágrimas. Dulces deleites de tu terciopelo, nuestros cabellos en las sábanas de algodón. Tu abrazo era tan reconfortante, tan increíble. Eras mi amante.
Te dejé espacio, tiempo libre, incluso a tus amantes cerca. Dejé tus sonrisas guardadas en un cajón y las miraba de vez en cuando. Pero me cansé de cuidar tu felicidad.
Cuando sólo deseaba un beso cariñoso, tus brazos rodeaban otra cintura que no era la mía; tus besos eran para otra que no soy yo. Y tus sonrisas las disfrutaba tu alumno predilecto.

Como toda la paciencia de un pueblo ante un tirano, así me sentía en esos momentos. Hasta la última vez, donde tu abrazo más profundo se recibió en nuestra habitación, nuestras almohadas, nuestra cama.
Te equivocas, como siempre. Equivocas tus costumbres con todo lo demás, con lo que yo tengo que soportar de ti. ¿Y que hay de mi? ¿En que parte de tu vida estoy yo?.

Ya es de noche, y aunque te odie sigues en mi cabeza. Es más, tus palabras seguirán aquí para siempre, escritas en mi diario. Sus líneas suaves y rectas guardaran estas palabras con cuidado.
La gente se detiene para mirarme, algún extraño se sienta junto a mi esperando que le de conversación. No entiendo esas reacciones, es una ciudad muy grande, hay mucho más sitio que junto a mi. La desesperación por encontrar una hembra en celo les hace ignorar incluso su propio instinto de supervivencia, ese que les avisa de que están al lado de un animal salvaje y que deberían correr. Que otra cosa puedo hacer sino sonreír. Igual que lo hago contigo.

Siguiendo a los Perdidos...